Somos naturaleza salvaje y estrellas. Nuestros vasos sanguíneos se parecen a los ríos y caminos de agua, a los corales, a las venas de las verduras que comemos y a las hojas en los árboles que, de cerca, también contienen urbanismos de ciudades enteras. Los paisajes de afuera son los paisajes de adentro. Ser parte de algo tan grande y real como la naturaleza, el universo, tenerlo inscrito en nuestra  piel, hace humilde a la mirada y da paz al corazón. Nos vuelve sagrados e invaluables.

Manifiesto Pegaso Denoche

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Piezas edición limitada con detalles pintados a mano.

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